
hoja en blanco…
Cuando uno lee algo que él mismo podía haber escrito, o pensado, la hoja ya no está en blanco.
Nos sucede a menudo. Aunque ya sabemos que no existe la hoja en blanco.
Sería casi al contrario, no ponemos cosas en una hoja en blanco, sino que vamos quitando.
“Vaciar, desescombrar, limpiar el lienzo” dijo una vez Francis Bacon.
Es dramático.
Cézanne, después de una lucha encarnizada de cuarenta años, logró conocer una manzana, plenamente, y un vaso, o dos.
La hoja, en realidad, está demasiado llena, y le vamos quitando, vamos rascando …
Lo que sucede es que, posiblemente debido a algún tipo de narcisismo, nos gusta pensar que lo que quedó en la hoja, tras quitar, y quitar, y quitar, es lo que nosotros hemos puesto en una hoja en blanco.
Y es tan intenso esto, que puede llegar a darnos miedo esa hoja en blanco.
La hoja en blanco que nunca ha existido.